¿Qué es el estrés?
La percepción del estrés es subjetiva y depende tanto de la evaluación personal del estrés como de las opciones de afrontamiento.
¿Cómo podemos afrontar el estrés?
Semáforo del estrés - Cuando el estrés nos frena
Estrategias de afrontamiento: fijar objetivos, creer en uno mismo y relajarse
6 consejos para una gestión eficaz del estrés
El estrés es una parte fundamental de nuestras vidas. Precisamente por eso es tan importante encontrar una forma sana y eficaz de afrontarlo. Nuestros cerebros se enfrentan constantemente a nuevos estímulos, tenemos plazos que cumplir, niños que recoger del colegio y raramente encontramos la paz nosotros mismos. En cambio, nos sentimos apurados, agotados e indefensos a merced del horario. O en pocas palabras: estamos estresados. En general, el estrés es la reacción de una persona a la tensión física o mental.
El estrés surge especialmente en determinadas situaciones, caracterizadas por la novedad, la incertidumbre y la imprevisibilidad. En el mundo laboral, se trata, por ejemplo, de un conflicto en el trabajo o de un plazo avanzado.
Las opciones de afrontamiento incluyen, por ejemplo, el apoyo de los compañeros o nuestras propias habilidades y competencias. Ser capaz de afrontar el estrés de forma eficaz es imprescindible - ya que cuantas menos estrategias de afrontamiento conozcamos, más estresados nos sentiremos. Sin embargo, el estrés no siempre es negativo: a corto plazo, también puede provocar un aumento del rendimiento. No obstante, a largo plazo, hay que aprender medidas preventivas y estrategias de afrontamiento, ya que un alto nivel de estrés percibido durante un largo periodo de tiempo puede provocar fatiga, falta de concentración e incluso agotamiento.
El semáforo del estrés ilustra cómo se origina el estrés y qué podemos hacer al respecto. El rojo representa los estresores, el amarillo los intensificadores de estrés y el verde la reacción de estrés resultante. Para aprender a lidiar con el estrés de la mejor manera posible, debemos empezar por el respectivo semáforo o fase de estrés.
La gestión instrumental del estrés comienza directamente en el activador del estrés (fase roja del semáforo) y está diseñada para que la persona se sienta más capaz de afrontar el factor estresante. Una forma de aliviarse es, por ejemplo, pedir apoyo a un colega. La gestión optimizada del tiempo mediante listas de tareas con objetivos concretos es también una forma útil de prevenir el estrés.
La gestión del estrés mental, por su parte, ayuda a manejar el amplificador de estrés (semáforo en fase amarilla). Se trata, sobre todo, de reevaluar constructivamente las exigencias, reforzar las propias expectativas de eficacia y reformular los pensamientos negativos.
Por último, la gestión regenerativa del estrés gira en torno a la recuperación de las reacciones físicas y psicológicas del estrés (fase verde del semáforo). Aquí, el deporte, la nutrición y la relajación desempeñan un papel muy importante.
Estos consejos te ayudarán a reconocer y gestionar el estrés en tu vida cotidiana.
Prestar atención a los comentarios de la familia, los amigos y los colegas
Identificar los generadores y drenadores de energía personales
Recompensarse por alcanzar los objetivos
Considerar sus propias necesidades
Desintoxicación digital: dejar conscientemente el móvil
Combinar la relajación y la salud
Por ahora, vete al gimnasio y aléjate de tu smartphone.